• Iceland Foods, una cadena de supermercados británica, quiso apoyar el mensaje lanzado por Greenpeace el pasado verano sobre la protección de los orangutanes.
      • Tras ser desterrado de televisión, el anuncio ha recibido gran publicity desde medios de comunicación y redes sociales, haciéndose viral.

 

 

“Hay un orangután en mi habitación y no sé qué puedo hacer”, repite una y otra vez la voz shakesperiana de Emma Thompson rimando frases como si fueran versos inofensivos de un cuento infantil. Y antes de poder hacer ni el más mínimo ruido, ese orangután de dibujos animados ha sido censurado por las autoridades del Reino Unido para que no llegue a los hogares en las Navidades.

 

La alianza publicitaria entre Greenpeace, los supermercados Iceland Foods y EmmaThompson para denunciar el abuso del aceite de palma y la deforestación tropical presagiaba un win win en toda regla.

Las expectativas se cumplieron pero la excelente producción animada de un minuto y medio con una niña y un orangután como protagonistas ha incomodado tanto a la televisión inglesa que se ha vetado su emisión por ser “demasiado político”.

 

 

Así lo certifica el comunicado de Clearcast, el organismo regulador responsable de examinar todos los anuncios de televisión en el Reino Unido antes de que lleguen al público, que no ha accedido a la difusión de la pieza porque «sus objetivos son total o principalmente de naturaleza política».

 

 

Concretamente infringe las normas que prohíben la publicidad política establecida por la Ley de Comunicaciones de 2003.

 


 

El polémico anuncio cuenta la historia de un pequeño orangután llamado Rang-tan encerrado en el dormitorio de una niña. El animal lanza juguetes por el suelo y desordena toda la habitación ante la desesperación de la niña. “Hay un orangután en mi habitación y no sé qué puedo hacer”, dice la voz de Emma Thompson. Antes de expulsar al animal de su habitación, la niña le pregunta por qué ha viajado tan lejos de su casa y este contesta dando la réplica: «Hay humanos en mi bosque y no sé qué puedo hacer».

 

El anuncio pasa del color al blanco y negro para denunciar, sin esconder la muerte y la violencia, a las grandes corporaciones que deforestan la selva para producir productos como chocolate y champú.

 

A veces, todo lo que necesita un audiovisual para convertirse en viral es que sea prohibido.

 

Hay que recalcar que el aceite de palma se encuentra en más del 50% de los productos que se pueden comprar en los supermercados del Reino Unido. Por eso la cadena Iceland Food quiso diferenciarse de la competencia eliminando el rastro del aceite de palma y el plástico en todos sus centros comerciales. Lo que no esperaban era la censura en televisión: «Este año no verás nuestro anuncio de Navidad en televisión porque ha sido censurado. Pero queremos compartir la historia del orangután contigo…»

 

En las primeras 24 horas desde su prohibición, el anuncio ha aparecido en televisión y radio más de 100 veces, se ha escrito sobre el mismo desde más de 126 medios de comunicación y ha aparecido en 31 periódicos en Reino Unido. Todo esto según datos de la agencia Mother.

 

 

 

Después de ser desterrado de la televisión británica, el anuncio ha recibido una gran publicity y ha sido compartido por famosos en redes sociales. Se ha mencionado más de 100.000 veces en Twitter y el vídeo suma unos 35 millones de reproducciones, principalmente en Facebook.

 

Richard Walker, Managing Director de Iceland Foods, explica que desde la marca estaban dispuestos a hacer algo distinto con su esperado anuncio de Navidad. Y dijo:

 

“Queríamos mostrar y explicar la culminación de nuestro proyecto respecto al aceite de palma, ya que es un tema que hemos trabajado en profundidad este año”.

Pero…

Desgraciadamente nuestro anuncio nunca llegó a la televisión. Pero tenemos la esperanza de que nuestros consumidores recurrirán a las redes sociales para ver un vídeo que pone de manifiesto un problema importante a nivel global.

 

 

 

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Redacción: Los Publicistas

 

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